viernes, 3 de agosto de 2012

Amanecer


Amaneció esa noche como dicen que amanece
cuando dos amantes se tocan nuevamente: 
el agua trastrocada en fuego
y la sed entretenida por esas distancias
años luz, que en un abrir y cerrar de ojos
nos acercan a la estrella más lejana
navegando en mar abierto.

Amaneció esa noche con un sol que abrasa,
sin recato, antiguas desnudeces.
La misma dulzura se hizo angustia
y aún así, con la humedad entorpecida,
amaneció la noche

                         con la sabia claridad del alma. 

Lilia Cenobia Ramírez

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